La presidenta de México recibió el bastón de mando por los Pueblos Indígenas en una ceremonia emotiva en el Zócalo

Este martes 1 de octubre de 2024, Claudia Sheinbaum hizo historia al convertirse en la primera mujer en asumir la presidencia de México, celebrando un evento multitudinario en el Zócalo de la Ciudad de México. Miles de ciudadanos y simpatizantes se congregaron en la emblemática plaza para apoyar a la nueva mandataria, marcando un momento trascendental en la política nacional.

El acto se llevó a cabo tras la ceremonia de toma de posesión en la Cámara de Diputados, donde Sheinbaum estuvo acompañada por líderes de pueblos indígenas, autoridades locales y destacadas personalidades del gobierno. Este evento no solo celebró su ascenso a la presidencia, sino que también representó un homenaje a la diversidad y riqueza cultural del país.

Prometió 100 proyectos en su gobierno

Durante su primer discurso oficial como jefa del Ejecutivo, Sheinbaum subrayó su compromiso con las políticas sociales que caracterizaron la administración de su predecesor, Andrés Manuel López Obrador. Reiteró su intención de continuar con la Cuarta Transformación, enfatizando un enfoque más inclusivo que priorice a las mujeres y a los sectores marginados.

“Es tiempo de mujeres, es tiempo de transformación”, proclamó con firmeza, resonando con un público que ovacionaba cada palabra.

El acto inició con un simbólico homenaje a los pueblos indígenas y afromexicanos, quienes entregaron a Sheinbaum el tradicional bastón de mando, un gesto que representa la legitimidad y el reconocimiento de estos grupos hacia su liderazgo. Agradecida, la presidenta se comprometió a trabajar de la mano con las comunidades originarias, prometiendo impulsar políticas que respeten su autonomía y promuevan su desarrollo.

En su discurso, Sheinbaum destacó la justicia social y la igualdad de género como prioridades fundamentales de su gobierno. “Gobernaré para todas y todos, pero especialmente para quienes históricamente han sido invisibilizados”, enfatizó, haciendo un llamado a la unidad nacional. Su visión incluye la colaboración de todos los sectores del país en la construcción de un México más justo, próspero e inclusivo.

El evento también fue una plataforma para que mujeres líderes en diversas áreas, como la ciencia, la cultura y el activismo social, se unieran en celebración. Sheinbaum reconoció la lucha feminista tanto en México como en el mundo, subrayando que su administración será un espacio de avance para los derechos de las mujeres. Anunció que se implementarán políticas para reducir la violencia de género, mejorar las condiciones laborales de las trabajadoras y asegurar una participación equitativa en todos los sectores.

Sheinbaum va contra la reforma laboral

Entre los compromisos clave mencionados, la presidenta destacó la reforma laboral que busca reducir la jornada laboral a 40 horas semanales, el aumento del salario mínimo y una serie de medidas destinadas a combatir la pobreza y la desigualdad. Aseguró que estas reformas se implementarán sin desestabilizar la economía, buscando siempre un equilibrio entre el crecimiento económico y el bienestar social.

El Zócalo vibró con consignas de apoyo y banderas ondeando mientras Sheinbaum cerraba su discurso con un mensaje de esperanza: “El futuro de México es brillante, y lo construiremos juntos”. Los asistentes celebraron la ocasión con música, bailes tradicionales y un palpable sentido de orgullo por el inicio de una nueva era en la historia política del país.

Claudia Sheinbaum dejó claro que su gobierno buscará un cambio profundo, manteniendo el rumbo de las políticas de bienestar que han caracterizado los últimos años, pero con una visión más inclusiva y equitativa, marcando así un nuevo capítulo en la historia de México.

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