En la ciudad francesa de Louviers, a unos cien kilómetros al noroeste de París, se encuentra una casa extraordinaria conocida como La Maison Cassée Vaisselle, que se traduce como “La Casa de la Vajilla Rota”.
Esta singular morada pertenece a Robert Vasseur, quien, junto con su esposa, optó por prescindir de los materiales de construcción tradicionales y en su lugar adornar su hogar con un mosaico de platos, tazas, conchas marinas, cerámicas coloridas y vidrio rotos.
Nacido en 1908, la vida profesional de Robert fue bastante ordinaria: trabajó como lechero antes de unirse a una fábrica de textiles. Sin embargo, su incursión en la decoración no convencional de casas comenzó en 1952 cuando decidió renovar su cocina.
Comenzando con un fregadero antiguo, Robert lo cubrió con cemento y lo adornó con utensilios de cocina rotos, lo que encendió su visión creativa.
A lo largo de los años, Robert recolectó platos rotos de sus vecinos y los incorporó en varias partes del interior de su hogar, patio trasero, edificaciones del jardín e incluso la caseta de su perro.
Este pasatiempo único continuó durante cincuenta años, atrayendo contribuciones de muchos residentes de la ciudad. En 2002, Robert falleció, pero su hijo Claude asumió el manto, preservando y restaurando las creaciones de su padre.
Gracias a los esfuerzos de Claude, la Casa de la Vajilla Rota permanece en excelente estado y se ha convertido en una popular atracción turística. Las visitas guiadas permiten a los visitantes apreciar la creatividad y originalidad de esta legendaria casa en Louviers.