Mariska Hargitay, reconocida por su papel en “La Ley y el Orden: Unidad de Víctimas Especiales”, lleva casi dos décadas casada con Peter Hermann. Su historia de amor comenzó en noviembre de 2001 cuando Hermann participó como actor invitado en la serie, cautivando el corazón de Hargitay de inmediato, tal y como lo notó su compañero de reparto, Christopher Meloni.
Hargitay, previamente comprometida, sintió una conexión instantánea y profunda con Hermann, diferente a sus relaciones pasadas.
Su singular primera cita en una iglesia confirmó la intuición de Hargitay de que Hermann era su compañero destinado, a pesar de un momento emotivo que la dejó en lágrimas durante el servicio.
Sin embargo, su relación no estuvo exenta de dificultades. Meloni recuerda una vez que Hargitay buscó consuelo por problemas sentimentales, convencida de que su romance estaba condenado. A pesar de estos obstáculos iniciales, la pareja se casó en julio de 2004 y dieron la bienvenida a su primer hijo, August, en 2006, a pesar de que Hargitay enfrentó complicaciones en el embarazo.
El éxito de Hargitay en “La Ley y el Orden: Unidad de Víctimas Especiales”, llegando a ganar hasta $540,000 por episodio en 2021, le ha proporcionado a su familia viviendas lujosas, incluyendo un penthouse y una mansión en East Hampton.
Actualmente, la familia reside en una casa adosada en el Upper West Side valorada en $8.7 millones, con comodidades modernas y un amplio espacio para su vida familiar.
La pareja amplió su familia a través de la adopción, dando la bienvenida a su hija Amaya y a su hijo Andrew en 2011. Las adopciones, inspiradas en las peticiones de su hijo biológico August de tener hermanos, siempre fueron parte de su plan familiar, a pesar de los desafíos y obstáculos emocionales que enfrentaron.
Hargitay atribuye a sus hijos y a Hermann el haberle enseñado la importancia de estar presente y el poder del trabajo en equipo en la crianza de los hijos. Sus fortalezas complementarias y la comprensión mutua de sus carreras los han ayudado a mantener un equilibrio entre el trabajo y la vida familiar, creando un ambiente hogareño alegre y solidario.