Las quintillizas Dionne, nacidas en 1934 en Canadá, fueron el primer conjunto conocido de quintillizas en sobrevivir la infancia. Este increíble evento llevó a la familia Dionne al centro de atención mundial, pero su historia está lejos de ser conmovedora.
Una Familia Cambiada Para Siempre
Elzire Dion, ya madre de cinco hijos, dio a luz a cinco niñas idénticas: Annette, Emilie, Yvonne, Cécile y Marie. La llegada inesperada de quintillizas abrumó a la familia Dionne.
Debido al nacimiento prematuro y la falta de tecnología para determinar el número de embriones, el parto fue una sorpresa para todos los involucrados. Los bebés prematuros, cada uno pesando solo alrededor de 1,2 kg, requirieron cuidados especializados proporcionados por el Dr. Allan Roy Dafoe.
De la Familia al Espectáculo Público
Las quintillizas Dionne rápidamente se convirtieron en una sensación nacional. El gobierno de Ontario se hizo cargo de las niñas, construyendo una instalación especial con una galería de observación donde los turistas podían pagar para ver a las quintillizas en su rutina diaria. Sus vidas se convirtieron en un espectáculo, con privacidad limitada y observación constante.
Capitalizando un Fenómeno
Las quintillizas no solo fueron exhibidas, sino también comercializadas. Su imagen se utilizó para respaldar varios productos, desde alimentos para bebés hasta ropa. Incluso aparecieron en películas de Hollywood, interpretándose a sí mismas. Esta explotación generó ingresos significativos para el gobierno de Ontario, estimados en $50 millones durante nueve años.
Una Vida Familiar Fracturada
A pesar de la riqueza generada por las quintillizas, su vida en casa estaba lejos de ser ideal. Eventualmente fueron devueltas a sus padres, pero las niñas lucharon por reconectarse con su madre, quien según informes las trató con dureza. El costo emocional de su crianza inusual dejó cicatrices duraderas.
Una Vida de Pérdida y Arrepentimiento
Las quintillizas Dionne eventualmente dejaron el hogar y persiguieron vidas independientes. Trágicamente, Emily murió joven de epilepsia a la edad de 20 años. Marie falleció por una hemorragia cerebral a los 36. Yvonne sucumbió al cáncer en 2001.
Annette y Cécile, las hermanas restantes, han hablado sobre la explotación que sufrieron y el trauma emocional que causó. A pesar de recibir un acuerdo financiero del gobierno, la historia de las quintillizas Dionne sigue siendo una historia ejemplar del costo humano de la fama y el sensacionalismo.