Padre de 3 hijos se pone una falda y tacones altos para ir al trabajo, orgullece a su esposa.

Mark Bryan, un hombre de 63 años que se identifica como heterosexual, desafía las convenciones de la moda al integrar faldas y tacones en su vestimenta diaria. Harto de usar traje en la oficina todos los días, descubrió su gusto por la ropa femenina, una elección que no tiene relación con su orientación sexual, según él, y que cuenta con el respaldo de su esposa.

Mark Bryan, residente en Crailsheim, Baden-Wurtemberg, Alemania, es ingeniero robótico y padre de tres hijos. Se enorgullece de su estilo único al combinar trajes, faldas lápiz y tacones, elementos que elige sin que guarden relación con su orientación sexual. A pesar de ser heterosexual y estar felizmente casado, adopta una perspectiva no binaria en cuanto a la moda, explicando que su manera de vestir no tiene ninguna vinculación con su identidad sexual.

La transición de Bryan hacia la inclusión de faldas en su guardarropa se produjo cuando, cansado de la monotonía de trajes y corbatas en la oficina, su esposa sugirió que probara vestidos mientras compraban un fin de semana. Inicialmente, empezó a llevar tacones con pantalones en 2015, y para 2018, las faldas se convirtieron en una parte integral de su estilo.

A pesar de sus inquietudes sobre ser percibido como gay, Bryan insiste en que es un hombre heterosexual, normal y felizmente casado. Su elección de tacones, que comenzó en la universidad, se ha convertido en parte de su atuendo diario, adaptando el tipo de tacón según la ocasión.

Le gusta combinar ropa masculina y femenina, encontrando en las faldas la posibilidad de lograr un aspecto no binario en la parte inferior de su vestimenta. Su esposa, quien prefiere mantenerse en el anonimato, respalda su estilo y elogia cómo luce con tacones más altos que los suyos.

Después de casi una década adoptando con orgullo faldas y tacones, Bryan ha aprendido a lidiar con las miradas de desconocidos. Aunque recibe elogios principalmente de mujeres de entre 30 y 40 años, reconoce que hay opiniones mixtas, tanto en la vida real como en línea.

Esta historia destaca la singularidad de Mark Bryan, un hombre que desafía las normas de género y moda, eligiendo vestir de manera que refleje su propia identidad, independientemente de las expectativas sociales.

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