El hijo de Cher no la invitó a su boda, a pesar de su relación tensa; sin embargo, ella lo protege mediante una tutela legal.

En 2013, el hijo menor de Cher, Elijah Blue Allman, optó por no invitarla a su boda. Esta decisión surgió en medio de una relación tensa entre madre e hijo. A pesar de la aparente brecha, Cher sigue siendo una figura protectora en la vida de su hijo.

Cher es una cantante icónica, pero su vida personal no ha sido tan glamorosa como su carrera. La diva pop ha pasado por relaciones y matrimonios rotos y tiene dos hijos, Chaz Bono y Elijah Blue Allman, de diferentes relaciones.

Mientras Cher tiene un vínculo estrecho con su hijo Bono, su relación con su hijo menor, Allman, ha sido tensa y complicada durante años. Allman, también músico, ha lidiado con problemas de salud mental y abuso de sustancias, y se ha sentido descuidado y rechazado por su famosa madre.

Allman nació el 10 de julio de 1976, fruto del matrimonio de Cher con su segundo esposo, Gregg Allman, fundador de la banda Allman Brothers. Creció en un entorno turbulento, rodeado de drogas y alcohol. Sus padres se divorciaron cuando era joven, y rara vez veía a su padre, quien lidiaba con adicciones y problemas legales.

Su madre estaba ocupada con su carrera y su vida amorosa, y a menudo lo dejaba al cuidado de niñeras o familiares. En 2014, Allman se abrió durante una entrevista con ET, revelando detalles de su relación con Cher. Cuando tenía solo siete años, su madre lo envió a un internado, y esto lo afectó profundamente.

Compartió: “Cuando vas a un internado a los 7 años, es difícil no sentir que te están rechazando”. Pero en el momento de la entrevista, Allman estaba listo para dejar ir el dolor y el resentimiento que se habían acumulado a lo largo de los años. Confesó que la sensación de ser abandonado a una edad tan temprana fue difícil de aceptar.

Pero se dio cuenta de que aferrarse a esa amargura solo lo frenaba. Allman pasó a compartir sus luchas contra el abuso de sustancias, que comenzaron durante sus años escolares. A menudo visitaba a sus padres en Nueva York los fines de semana, y fue entonces cuando se relacionó con la multitud equivocada.

A los 11 años, Allman iba a Harlem con sus amigos para comprar drogas. Le dijo a ET: “En ese momento parecía normal”. Allman comenzó a tocar música a una edad temprana, siguiendo los pasos de sus padres. Formó una banda, Deadsy, con amigos de la escuela, que combinaba elementos de metal, rock y synth-pop.

Allman reveló que después de formar la banda, él y Cher no se hablaron durante algunos años. Mientras la banda giraba con actos famosos, Allman hizo amigos con actores y músicos famosos. Durante ese tiempo, experimentó con drogas como heroína, analgésicos y alcohol, y se volvió adicto a ellas.

Desde entonces, ha luchado contra la adicción y ha estado en rehabilitación muchas veces. En un momento, Allman luchó contra la enfermedad de Lyme, sufriendo de fatiga crónica, depresión y ansiedad durante años. Cree que contrajo la enfermedad en 2005 después de nadar en un río. En 2007, comenzó a sentirse mal y visitó a varios médicos, pero ninguno pudo averiguar qué le pasaba.

Dijo que Cher desestimó su enfermedad como algo imaginario y no lo apoyó como debería. Frustrado y sin esperanzas, Allman decidió buscar tratamiento en Alemania, que implicaba tomar antibióticos, suplementos y remedios a base de hierbas.

Tuvo que cambiar su dieta, estilo de vida y mentalidad, y tuvo que lidiar con la soledad, ya que sintió que carecía de amor paternal durante ese tiempo. La medicina alternativa no funcionó, pero eventualmente encontró a un médico que lo ayudó a recuperarse. Fue en Alemania donde conoció a Mariangela King en una cita a ciegas, y la pareja viajó por Europa juntos antes de regresar a California.

En diciembre de 2013, se casó con King sin invitar o informar a Cher. Meses después, Allman reveló que su madre no los invitó a su casa para las celebraciones navideñas, y eso lo lastimó. Sin embargo, a pesar de sus diferencias, Cher todavía se preocupa por Allman. En diciembre de 2023, dio un paso drástico para protegerlo de su autodestrucción.

Interpuso una tutela legal sobre Allman, de 47 años, alegando que no puede manejar sus recursos financieros debido a sus graves condiciones. Allman tiene derecho a recibir pagos periódicos del fideicomiso dejado por su difunto padre.

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