Kathleen Turner, conocida por su fortaleza y belleza, enfrentó tanto triunfos como adversidades a lo largo de su vida. Criada en Venezuela y Londres junto a sus hermanos, soportó la pérdida repentina de su padre a una edad temprana, lo que llevó a su familia a mudarse a Springfield, Missouri.

Ya en su adultez, Turner persiguió la actuación en Nueva York, encontrando éxito en el teatro antes de conseguir su papel revelación como una femme fatale en la película “Cuerpo de evidencia” (“Body Heat”) en 1981.

Su carrera despegó con roles posteriores, incluyendo “Tras el corazón verde” (“Romancing the Stone”) al lado de Michael Douglas, con quien compartió una breve conexión romántica.

En 1984, Turner se casó con Jay Weiss, y dieron la bienvenida a su hija, Rachel Ann Weiss, en 1987. Sin embargo, su matrimonio enfrentó desafíos ya que la carrera de Turner exigía mucho tiempo y atención. A pesar de los esfuerzos por equilibrar la familia y el trabajo, la tensión llevó a su eventual divorcio.

Turner encontró problemas de salud en la década de 1990 cuando le diagnosticaron artritis reumatoide, lo que causó dolor y problemas de movilidad. A pesar del temor inicial de perder su capacidad para actuar, Turner encontró alivio a través del yoga, pilates y una mejor gestión de los medicamentos.

Su carrera se inclinó más hacia el teatro a medida que envejecía, reconociendo la riqueza de los roles disponibles en el escenario. La resiliencia y dedicación de Turner a su oficio han definido su trayectoria, demostrando su capacidad para superar obstáculos y evolucionar como artista.

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