Ciudad de México

En Cantinela, localidad perteneciente al municipio de Ixmiquilpan, Hidalgo, tomaron una medida inusual que sorprendió a sus habitantes y a los usuarios de redes sociales: resulta que decidieron prohibir la compra y venta de productos de Coca-Cola y de Grupo Modelo, empresa a la que pertenece la famosa cerveza Corona. En esta ocasión, quienes que no cumplan con esta nueva norma se enfrentarán a una multa de al menos 5 mil pesos.

Esta medida se dio a conocer a través de un comunicado emitido por la delegación local, el cual fue replicado en lonas colgadas por toda la comunidad.

«A toda la ciudadanía de Cantinela se le informa que queda estrictamente prohibida la venta y compra de productos de la marca Coca-Cola y Corona en cualquier establecimiento. De lo contrario, serán acreedores a una multa mínima de 5 mil pesos, tanto a vendedor como al comprador», anunciaron a los habitantes.

Esta medida generó desconcierto en los consumidores ya que el comunicado no ofreció una explicación clara sobre el motivo detrás de esta decisión. Pero, las versiones empezaron a circular rápidamente.

Hay usuarios de redes sociales que aseguran que la prohibición tiene que ver con la relación de Coca-Cola con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien ordenó la deportación masiva de migrantes indocumentados, muchos de ellos mexicanos y varios originarios de Hidalgo. Esta versión, aunque no ha sido confirmada, ha generado inquietud entre la comunidad de Cantinela.

Pero, también hay quienes piensan que la razón va más allá de cuestiones políticas y que la medida tiene que ver con un acuerdo entre las autoridades de Cantinela y otras empresas. Se dice que la localidad firmó un convenio con una refresquera y una cervecera distintas, con el fin de generar programas sociales y empleos para los habitantes, además de recibir apoyo económico para proyectos de infraestructura local.

La realidad es que en Cantinela, se rigen bajo el sistema de usos y costumbres, por lo que la comunidad tiene la facultad de establecer reglas que, aunque distintas a las leyes estatales o federales, son aceptadas y respetadas por sus habitantes. Y esta decisión, por más inesperada que sea, se aplicará con la misma firmeza.

Con el paso de los días, mientras algunos habitantes ven esta medida como una forma de empoderamiento local, otros se preguntan si las grandes marcas, como Coca-Cola y Corona, realmente merecen ser el blanco de una decisión tan radical.

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