A casi 6 años de la desaparición de Johana, sus familiares alzan la voz, por ello sus fotos y ficha de búsqueda permanecen todo el año en la fachada de su casa
Bertha Álvarez Mendoza, fallecida el pasado 5 de febrero, no sólo perdió la batalla contra el cáncer, sino que se fue sin saber el paradero de su hija Johana Isabel López, desaparecida el 26 de noviembre del 2019, en la capital de Colima.
Johana, conocida también como “La China”, simplemente salió de su casa ese día, fue la última vez que la vieron, la esperaban de regreso a las 7 u 8 de la noche, pero no volvió.
Como muchas madres buscadoras, Bertha se unió a las asociaciones de búsqueda de Colima para dar con el paradero de su hija, sin embargo, no lo logró, así lo recuerda su hijo Christian López.
“Falleció con esa incertidumbre. Tenía fe en que apareciera cual fuera, viva o muerta, lamentablemente por su enfermedad se cansó y perdió la batalla. Todo eso fue afectándola cada vez más, hasta deteriorarla. Por su enfermedad, como tenía cáncer, pues se le juntó todo, lo emocional”, recuerda el joven.
Johana estuvo a lado de su mamá en la enfermedad
Johana estuvo a lado de su mamá cuando tuvo cáncer la primera vez, pero ya no lo hizo cuando fue diagnosticada nuevamente con la enfermedad en el 2021, en otra parte de su cuerpo.
En la casa ubicada en Francisco I. Madero 513, una de las principales calles de Colima, su fachada de color verde esta cubierta de lonas con la foto y la ficha de desaparición de Johana, pues lo que le ocurrió a ella le ha pasado a muchas personas en esta entidad, pero contrario a muchos otros, ellos buscan visibilizar este fenómeno y no dejar de alzar la voz para encontrala.
“Pues para concientizar a la sociedad, por si alguien más está desaparecido y la manera de señalizar es una vía de que alguien pueda ubicar algo e informar algo, aunque sea anónimamente”, explicó Christian.
“Siempre anduvo en el monte buscando, en los cerros”, agregó.
Martha Álvarez, hermana de Bertha la recuerda como una mujer incansable, siempre en pie de lucha, pese a su enfermedad.
“En realidad fue una madre buscadora, siempre anduvo en el monte buscando, en los cerros, mientras pudo, ya después se enfermó y ella ya no pudo, pero siempre ella estuvo buscando a su hija, entre los cerros, baldíos y todos los lugares, con varilla y todo”.
Martha afirmó que aún cuando su hermana ya no está, ellos la siguen buscando, incluso la abuelita de Johana se unió a la afirmación agregando que “día y noche” seguirán en la búsqueda, Martha confía que Bertha los ayudará a encontrarla.
Como cada año, este viernes a las 5 de la tarde, la Marcha conmemorativa por el Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzadas, pasará por su casa y se detendrá un momento para gritar por Johana y más de dos mil desaparecidos que hay en Colima, con la misma exigencia a las autoridades de todos los años, que avancen en las investigaciones para dar con el paradero de sus seres queridos.
